La enfermedad de Parkinson se presenta como un cuadro muy frecuente entre la población perteneciente a la tercera edad, de modo que afecta al 1% de los mayores de 65 años y al 2% de los sujetos de 85 años o más. Se calcula que en España hay unos 70.000 enfermos.
Los síntomas iniciales son a veces difíciles de fijar en el tiempo por su instauración lenta e insidiosa. Los síntomas cardinales son: Temblor, rigidez, acinesia, alteración de los reflejos posturales, trastornos de la marcha y el equilibrio, dolor, alteraciones en los movimientos aprendidos y voluntarios, alteraciones en los movimientos automáticos y trastornos vegetativos.
Los síntomas comienzan a instalarse de forma lenta pero progresiva, y generalmente aparece en un lado del cuerpo, y la persona percibe que no consigue ejecutar los movimientos de la misma forma que del otro lado. Con el tiempo, los síntomas van pasando al otro lado del cuerpo y aumentando la intensidad.